Una mosca se relame

Estamos con la abuela Lela
tomando los mates más dulces del planeta.
La montaña de azúcar se desintegra entre la yerba,
mientras una mosca nos mira y se relame.
Estamos en Gualeguay,
en la casa estilo chorizo,
habitaciones al costado del pasillo,
la cocina, patio con pasto y sillas de metal naranja.
Toda su vida la abuela tuvo que pagar alquiler.
Eso le traía problemas.
Una vez, de pibe, me entrevistaron
para un canal local y debía decir
que mis vacaciones eran felices.
En realidad no mentí.
Estar acostado en la cama al lado de Lela,
tapados, en invierno, charlando,
era tan parecido a la felicidad,
que daba miedo.

[Manuel Ignacio Podestá, "Valiant", 2010]

No hay comentarios:

Publicar un comentario